La Asertividad es una habilidad social que permite expresarnos con libertad, respetando a los demás y asumiendo responsabilidades sobre nuestros actos. A veces, la timidez no nos deja decir lo que pensamos como, por ejemplo, “creo que esto no está bien” o “no estoy de acuerdo con esto, prefiero esto”. La Asertividad nos ayuda a controlar las diferentes situaciones donde existe una interacción social.
Existen diferentes estrategias que refuerzan y nos ayudan a mantener conductas asertivas. Hemos hablado ya de la confianza hacia uno mismo y de la autoestima. Es importante recordarnos que somos importantes y escuchar a nuestras necesidades. Te explicamos otras estrategias para reforzar esta conducta.
- Educación: Mantener siempre una conducta educada. Si nos enfadamos y perdemos los papeles demostramos a los demás que somos personas débiles y perdemos credibilidad. Debemos dejar claro que entendemos todos los puntos de vista y respetar las opiniones de otros. Guardar la calma educadamente sin negaciones y sin ser obstinado, exponiendo nuestras opiniones.
- Disculparse: No debemos abusar de las disculpas, sino guardarlas para el momento idóneo. No se debe pedir excusas, menos cuando sea necesario. Cuando más te disculpes por cosas que no lo requieren, menor credibilidad tendrá cuando la digas de verdad y no te tomarán en serio.
- No amenazar: Si se responde con amenazas a cualquier injusticia o situación, la credibilidad y la cooperación entre los implicados desaparecerá. En cambio, si adoptamos una conducta tranquila y nos explicamos nuestros deseos y necesidades, los demás nos respetarán más.
Existen más técnicas para ser asertivo, el punto clave es saber cómo y cuándo utilizarlas. Se debe analizar la situación y sopesar las consecuencias de nuestros actos. Todos tenemos el derecho de ser quien es y decir lo que piensa y lo que siente.
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