¿No te ha pasado que en algún punto de tu vida deseas abandonar la lucha, salir corriendo y mudarte a una galaxia muy muy lejana donde no tengas que esforzarte por nada y te llegue el éxito por arte de magia? Me pasa a mí y puedo asegurarte que a la mayoría de los mortales que habitamos este planeta, el asunto es que una galaxia así solo existe en tu imaginación. El éxito no es un regalo, no es un artículo en venta, ni una herencia de tus antepasados. El éxito real es una construcción personal de quienes lo experimentan.
Ahora, si alguien te dijo que con solo desearlo lo vas a obtener. Te ha mentido descaradamente, si alguien te ofreció éxito fácil con rituales mágicos o creencias extrañas, te toma por una persona poco lista. Si hay algo en esta vida que inevitablemente deberás hacer para ser exitoso es luchar.
Algunos creen que es cuestión de enfoque mental. El llamado pensamiento positivo vende, no porque funcione, sino porque nos trae la idea de que nuestra vida puede mejorar “pensándola”. Las cosas pueden hacerse o no independientemente de lo que se piense o se sienta, aunque nuestra cultura occidental nos transmite la idea de que hay que tener un buen estado de ánimo y pensamientos positivos para actuar.
No podemos elegir cómo sentirnos, no podemos elegir los pensamientos que nos asaltan, pero sí podemos elegir qué hacer para sentirnos mejor y vivir mejor. ¿Entonces de que se trata? simple: acción. Son las acciones las que muestran cuanto deseas ser exitoso, cuál es tu actitud hacia el éxito y las herramientas que usarás para conseguirlo. No importa en el área en la cual se desee el éxito, este siempre se definirá como el resultado final y satisfactorio de acciones emprendidas en busca de una meta.
Pero. Altoooo! Frena, si no defines tu visión jamás lo lograrás. ¿No te puedes subir a un bus o un avión sin saber dónde quieres llegar, cierto? De igual forma no tendrás éxito si no defines cuál es tu visión de vida; es decir, tienes que ver cómo te quieres proyectarte de aquí a un tiempo. Una vez que tienes claro hacia dónde vas, por favor, no te detengas, seguramente fallarás en el intento, seguro tendrás que intentarlo más de una vez y ese es el punto de éxito: jamás abandonar una lucha.
La gente se burlaba de Edison cuando este insistía e insistía en encender una bombilla de luz. “Edison llevas cientos de fracasos, ya renuncia” le decían, a lo que Edison respondía: “Llevo cientos de éxitos, he encontrado cientos de maneras de cómo no encender una bombilla”. La actitud del éxito no le da cabida a renunciar, no existen fracasos sólo aprendizaje y el aprendizaje siempre te beneficia.
Ahora si estás pensando que todo es cuestión de actitud, déjame hacer trizas tus expectativas, sería como saber conducir, tener licencia y no tener el vehículo. Entonces quedemos por el momento en que éxito es una suma de decisiones, acciones, actitudes encaminadas a conseguir una visión clara de lo que deseas conseguir en la vida. ¿Te atreves a intentarlo?